Los días 6 y 7 de mayo, más de 200 personas de 12 países se reunieron en Bogotá para repensar el futuro de la acción humanitaria en América Latina y el Caribe, en el marco del Congreso de Localización 2025. Este espacio congregó a organizaciones de base, redes de migración, liderazgos comunitarios, agencias internacionales, instituciones públicas y donantes con un propósito común: redefinir el sistema humanitario y fortalecer el rol central de los actores locales.

La Asociación Salto Ángel formó parte activa de esta importante iniciativa, aportando su experiencia territorial en la frontera colombo-venezolana y visibilizando los aprendizajes construidos desde procesos comunitarios con población migrante, refugiada y retornada. Desde su compromiso por dignificar la vida y construir comunidades con bienestar, la Asociación alzó su voz para defender un modelo de ayuda más justo, participativo y con rostro humano.

El Congreso, realizado en la Pontificia Universidad Javeriana, ofreció una agenda crítica y diversa que abordó temas clave como la financiación directa a organizaciones locales, los desafíos del enfoque de triple nexo (humanitario-desarrollo-paz), la protección comunitaria, la incidencia política, el papel de las juventudes, la gestión del conocimiento y la necesidad de narrativas propias desde el Sur global.

A través de paneles, diálogos regionales y espacios culturales, las organizaciones presentes —entre ellas Salto Ángel— compartieron vivencias desde contextos de crisis múltiple: movilidad humana, exclusión estructural, cambio climático y violencia armada. Se destacó la capacidad de los liderazgos comunitarios para generar soluciones sostenibles, proteger la vida y reconstruir tejidos sociales.

Una de las reflexiones centrales del Congreso fue clara: “La localización no es solo una tendencia técnica, es una apuesta política por redistribuir el poder en el sistema humanitario. América Latina y el Caribe tienen mucho que decir y mucho que aportar a este debate global”.

La convocatoria fue posible gracias a una coalición de más de 13 organizaciones aliadas, entre ellas redes de migración, colectivos juveniles, plataformas de sociedad civil y defensoras de derechos humanos, con el apoyo de agencias de cooperación internacional y embajadas.

Desde la Asociación Salto Ángel reafirmamos nuestro compromiso con una acción humanitaria localizada, anclada en la dignidad de las personas y en la fuerza transformadora de las comunidades. Seguiremos tejiendo redes desde los territorios, impulsando soluciones colectivas y defendiendo el derecho a una vida plena para quienes han tenido que migrar.

Reflexiones que dejó el Congreso:

  • La localización implica una redistribución real del poder, más allá de ajustes técnicos.
  • Las organizaciones de base no solo implementan proyectos: construyen saberes, lideran procesos y transforman realidades.
  • Urge remover barreras al financiamiento que perpetúan la dependencia de actores internacionales.
  • La acción humanitaria debe partir de las voces, culturas y luchas de los territorios, en especial aquellos atravesados por la desigualdad, la movilidad humana y la crisis climática.

El Congreso 2025 dejó una invitación contundente: avanzar hacia una acción humanitaria verdaderamente centrada en las comunidades, donde experiencias como las de Salto Ángel ocupen el lugar que les corresponde como protagonistas del cambio.

 

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